El parque de Can Mulà es un parque urbano construido en torno a una antigua masía -hoy Biblioteca municipal- que destaca por la belleza y frondosidad de los árboles, que forman arboledas y avenidas muy acogedoras durante los meses de calor. Una visita en primavera permite disfrutar de las magnolias floridas; en otoño, de los colores intensos y varios de las hojas de los arces, liquidambar, gingkos y otros árboles de hoja caduca.
Durante la segunda mitad del siglo XX Mollet creció mucho con la ampliación del barrio de la Plana Lledó. En 1981 se inauguró el parque de este sector, primer paso de cara a estructurar el barrio actual. El nuevo parque urbano se convirtió en el segundo que tendría la ciudad después de Can Mulà y el más grande hasta ese momento, con 52.000 metros cuadrados. Diez años más tarde, coincidiendo con la construcción de la ronda norte de Mollet (la avenida de Rívoli) se realizaron unas obras para ampliar el parque en 16.500 m2, hasta su superficie actual de casi 7 hectáreas. El parque rodea el cementerio municipal que se mantiene, sin embargo, como un recinto independiente del resto del espacio.
Donde ahora está el parque de los Colores, antes había un inmenso terreno sin urbanizar. Ahora, las personas de los barrios de Santa Rosa, Plana Lledó y Can Borrell (un barrio antiguo, un barrio obrero de los años 60 y un nuevo barrio), pasean libremente. El parque es el espacio común deseado, sin ninguna valla ni ninguna reja, que ha permitido conectar los tres barrios que lo rodean.
El parque de Les Pruneres, inaugurado el 27 noviembre de 2011, es una gran superficie verde de más de dos hectáreas, que se extiende como una alfombra sobre el antiguo llano de Les Pruneres, un espacio central en el que se habían ubicado varios edificios y equipamientos. El parque está urbanizado en parte sobre un aparcamiento subterráneo y tiene dos partes muy diferenciadas: una cubierta de césped y vegetación bastante frondosa y un área pavimentada, más pensada para el paseo y el desarrollo de actividades diversas.
A principios de los años 90 del siglo XX, con la construcción del barrio de Can Borrell, se proyectaron dos edificios nuevos en torno al espacio donde estaba la masía que da nombre al barrio y el punto donde comienza el soterramiento de la riera de Gallecs. Este espacio central da lugar al parque de Can Borrell. El equipo redactor de los proyectos planteó de forma inseparable el conjunto de los dos edificios con el parque, con lo que las viviendas contribuyen a determinar el espacio libre de parque y delimitan su límite o frontera formando una especie de abrigo.
El parque dels Pinetons se encuentra en el extremo oeste del tejido urbano, un espacio sensible donde la ciudad se funde con el paisaje periurbano y constituye uno de los accesos de los ciudadanos de Mollet al medio natural que rodea la ciudad. El diseño del parque está basado en los valores agrarios que históricamente han dominado el territorio y muchos de los árboles que se han plantado son una recopilación de especies de aprovechamiento agrario como olivos, algarrobos, manzanos, nogales, avellanos, etc.
El Jardín de la Farinera fue remodelado en 2003 para convertirse en un parque urbano. Se sitúa sobre los terrenos donde estaban los cultivos de huerta del jardín privado de la Farinera Moretó, industria centenaria situada justo al otro lado de la avenida de Rafael Casanova, a los que se anexó parte del paseo de Artur Barres y de un solar baldío donde había habido vertidos incontrolados de escombros. En total, la superficie ajardinada es de 11.120m2.
La plaza Pau Casals es una gran ola de cinco metros de altura cubierta por un prado de casi una hectárea que permite pasear, tumbarse y descansar, saltar y jugar. Se ha convertido en uno de los destacados puntos de encuentro de la ciudadanía de Mollet y un espacio central de los actos festivos de la ciudad.
Situado en el noreste de Mollet, en el extremo del barrio de la Vinyota, el parque de Ca l'Estrada es uno de los parques más recientes de la ciudad. Se construyó en 2009 en el marco de la urbanización de la Vinyota y ocupa una superficie de 24.000 m2, de los cuales 11.000 están destinados a la construcción de un futuro equipamiento escolar y, mientras tanto, se utilizan como zona polivalente para la instalación de ferias comerciales y atracciones.
Situado en el barrio de Lourdes, en la confluencia de las calles de Juan Ramon Jiménez y Pío Baroja, encontramos el Parque de los Sentidos, un proyecto realizado en 2011 para embellecer este espacio y dotar al barrio de una nueva y original zona verde.
La rambla de Pompeu Fabra es uno de los espacios de la ciudad que gozan de un ajardinamiento más singular y vistoso. Está formado por una gran diversidad de arbustos y plantas herbáceas con floraciones vistosas durante todas las estaciones del año que, conjuntamente con los pavimentos y gravas de colores, forman un original mosaico cromático en medio de la ciudad. Por su belleza y originalidad, la rambla ha sido galardonada como Mejor Espacio Público Florit 2016 por el Jurado de Villas Floridas, un movimiento que promueve la Confederación de Horticultura Ornamental de Catalunya con el apoyo de la Generalitat.
En Mollet del Vallès hay 45 áreas de juegos infantiles donde los niños y niñas pueden desarrollar sus habilidades psicomotrices y sociales en un entorno agradable y seguro. En el diseño de las zonas de juegos infantiles y en la remodelación de las existentes se tiene en cuenta un gran número de parámetros. Así, se da prioridad a la seguridad en el uso de los juegos y la calidad de los materiales utilizados en la fabricación; y también a los valores lúdicos, pedagógicos, estéticos y funcionales de los juegos; en el origen de la madera y otros materiales utilizados; al uso de materiales reciclados y la posibilidad del reciclaje posterior, etc.
