Bosque de Can Pantiquet

Que nos perdone el buen amigo de este Foment, el señor Jaume Julià, si llamamos así a su magnífico bosque de Can Pantiquet.

No sabríamos, ni podemos llamarlo de otra forma después de haber organizado durante seis años seguidos la gran fiesta del sardanisme que es cada año nuestro Aplec.

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Hay que haberse cobijado bajo aquella muchedumbre de gigantes de verdes testas y haber oído entre sus esbeltos troncos el eco de nuestra herramienta de trabajo, en lugar del griterío alegre de la multitud diversa que llena el día del Aplec.

Hay que haber descansado el cuerpo fatigado y empapado de sudor, sobre la blanda y fresca alfombra que se extiende al abrigo de cada pino, después de unas horas de trabajar con deleite por la fiesta grande que se acerca.

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El lugar donde está situado, su pulcritud, su frescura y abundancia de agua, sus pinos tan pulidos y esbeltos, forman un conjunto maravilloso que cautiva y atrae a los que han tenido el acierto y el gozo de visitarlo.

Las sardanas, en su interior, tienen toda la añoranza, toda la alegría o tristeza en que han sido inspiradas.

Asistir un año al Aplec Sardanista de "nuestro bosque", es imponerse el deber de visitarlo dos o tres veces más durante el año.

RUBIO, F. (1935). "El Nostre bosc". Nostra Veu, 39. Mollet del Vallès.