Ruido
Normativa municipal y Mapa de capacidad acústica
A nivel municipal, en fecha 28 de septiembre de 2007, entró en vigor la Ordenanza sobre el ruido y las Vibraciones . El objetivo de la Ordenanza es establecer, en el ámbito de las competencias municipales, las normas y los criterios de buena calidad acústica del medio, los niveles sonoros y las vibraciones producidas por las actividades de vecindad y los producidos por el tráfico en la vía pública, así como prevenir y corregir la contaminación provocada por ruidos y vibraciones.
Habida cuenta de nuevos requerimientos normativos, se elaboró un nuevo Mapa de capacidad acústica, aprobado por Pleno en fecha 16 de julio de 2012.
Los mapas de capacidad acústica establecen la zonificación acústica del territorio y los valores límite de inmisión de acuerdo con las zonas de sensibilidad acústica, es decir, fijan el nivel de inmisión máximo permitido en cada zona durante un período de tiempo determinado. La zonificación acústica tiene en cuenta las áreas urbanizadas, los nuevos desarrollos urbanísticos, los sectores del territorio afectados por sistemas generales de infraestructuras de transporte, y otros equipamientos públicos que lo reclamen, y los espacios de interés natural que disfruten o demanden una protección especial contra la contaminación acústica.
Visor de mapas de capacidad acústica
El Mapa de capacidad acústica fija los objetivos de calidad sonora y los valores límite de inmisión de ruido del municipio en ambiente exterior, por período día, noche y noche. Mediante esta zonificación, se regula tanto el ruido procedente de las actividades y la vecindad, como el procedente de infraestructuras de transporte.
Del estudio realizado para elaborar el Mapa de capacidad acústica, se desprende que la presencia de grandes infraestructuras viarias y ferroviarias y su proximidad con el casco urbano son la principal fuente de ruido de Mollet. A nivel interno, la fuente de ruido predominante es el tráfico rodado en el municipio. En este sentido, cabe destacar la rápida disminución de los niveles sonoros en las calles que no pertenecen a la red básica de distribución del tráfico. Esto facilita la existencia de "islas" de territorio relativamente aisladas, en las que se conservan unos niveles de ruido ambiental muy confortables.
Un caso aparte es el territorio rural de Gallecs, donde los usos agrícolas y las viviendas aisladas, lejos de los principales focos de ruido, configuran una zona con muy bajo nivel de contaminación acústica.